jueves, 16 de octubre de 2008

inicios del dj

La transformación de la figura del disc-jockey de mero pinchadiscos a auténtico productor musical se gestó en la capital mundial de la música disco: Nueva York.

Los disc-jockeys se han dedicado a pinchar discos durante décadas. Pero en los treinta años de existencia de la música dance electrónica se han convertido en símbolos culturales influyentes. Además de servir como guardianes de las industrias musicales locales, algunos
DJ son embajadores musicales muy bien pagados que viajan alrededor del mundo para difundir las últimas tendencias musicales.
¿Ello se debe a que han aprendido a “hechizar” una pista de baile, a “trabajar” un disco de manera que suene a la vez familiar y completamente nuevo y a “enloquecer” a la multitud durante una fiesta? ¿O simplemente a que por fin reciben apetitosas pagas y disfrutan de la celebridad que acompaña al dinero y a la aparición en los medios de comunicación?
Probablemente la respuesta sea todo lo anterior o un poco de cada cosa. Las raíces de la cultura
DJ deben buscarse en centros urbanos conocidos desde hace tiempo como focos de creatividad musical como Nueva York, punto de partida ineludible de cualquier historia, incluso breve, de la era disc-jockera. Allí, a finales de los sesenta y principios de los setenta, el cruce entre la cultura afroamericana y la sensibilidad gay asumida colectivamente formó el núcleo de la cultura dance contemporánea.
La cultura de la música dance, ya se asocie con el disco, el club o el house, tiene sus raíces en Nueva York. La Gran Manzana se convirtió en la capital mundial de la música disco a mediados de los setenta, gracias a una vibrante cultura underground capitaneada por homosexuales afroamericanos y latinos. Las discotecas legendarias de la ciudad, The Sanctuary, The Loft, Better Days y Paradise Garage, entre otras, emergieron de la fusión de los tres tipos de ambientes musicales de los sesenta, que programaban música grabada con o sin disc-jockey. Los pioneros trabajaban en discotecas “a la francesa”, entre las que figuraban, en Manhattan, Le Club y, posteriormente, Arthur and Cheetah. Su diseño y clientela eran fiel reflejo de la idea, nacida en la posguerra, de la discoteca como un lugar elegante donde la jet-set podía tomar una copa.

7 comentarios:

Sonia L. dijo...

primera

mery! dijo...

cerda soniaaaaaa

Sonia L. dijo...

jajajaja solo por picar a maría ... xD
pásate y coméntame otra vez :)


muáaa

mery! dijo...

ola wapo!!!

wno xa ves k mi foto iva por ti eh!!!k al final no puse el chinpance ese...jejej kedaba tan ben....

wno se acabo el tiempo!!

cuidate besos

Dj BuBi-Italian Style 4ever dijo...

Tio pasate por el mio y aprende un poco de Italodance venga cuidate arriba los Dj's

stephanie dijo...

oaaaaaa

muy buen tema...jeje

muxos bkñs

Lorena dijo...

gracias por el comentario aunque fuera bajo amenazas de adriana...xD
ten cuidao ke si se pone de mala ostia es peligrosa...xDDD

un besooo wapo!